—¿¡Cómo pudiste!?— Julieta se desgarró por completo. Saber que su padre murió de una manera tan injusta le arde el alma
—¡Maldito! ¡Eres un monstruo!
—¡Pero a ti te gustan así!— la agarra de las manos y ella le escupe en el rostro causando más furia en él, el cual la abofetea haciéndola caer al suelo —¡Tranquila! Antes de matarte y a la imbécil de tu amiguito, vamos hacer cositas ricas
—¡Aléjate de mí! ¡Eres un falso! Jamás vas a llegar a hacer como Máximo. No le llegas ni a los talones
—¡Cállate!— la agarra nuevamente del cabello y la hace levantar a la fuerza. Julieta empieza a darle muchos tras puños como una loca mientras es arrastrada al sótano
Aquiles se hartó de los golpes de ella y la lanzó por las escaleras, la cual rodó lastimando varias partes de su cuerpo y cayó al suelo quejándose del dolor.
—mírate, eres una mujer sin valor— la agarra nuevamente del cabello y la arrastra hasta el centro de la pequeña habitación
—¡No te saldrás con la tuya!— Julieta intenta levantar