El peor castigo: 5. El hijo que estás esperando, ¿de quién es?
Cuando llegaron al hospital, un equipo médico ya los esperaba.
— Mujer. Veintidós años. Gestante y posible riesgo de aborto — cuando Matías escuchó que un doctor le decía a otro aquello último a medida que la trasladaban en una camilla, lo detuvo por el brazo de forma abrupta.
— ¿Qué quiere decir con… posible riesgo de aborto? — su voz se escuchó más preocupada que de costumbre.
— Que no podemos descartarlo. El estado en el que ha llegado la joven no solo es alarmante para ella, sino para el feto.
Pero Matías negó con la cabeza.
— Tiene que poder hacer algo por los dos — la vida de su hijo era tan importante como la de Emma.
El doctor asintió.
— Haremos todo lo posible, señor. Con permiso.
Pero antes de irse, Matías volvió a detenerlo.
— No quiero lo posible. Necesito que haga lo imposible para salvarlos — sentenció con una autoridad que estremecería a cualquiera.
— Será así, señor.
Entonces desapareció por el pasillo, y junto a él, Emma y su hijo.
Matías se quedó mirando la puerta de