— No tengo papá — confesó la joven.
— No es necesario que …
— Está bien, no es algo que pueda ni quiera ocultarte — aseguró Calisto — nunca lo conocí, no sé nada sobre él…
— ¿Quieres encontrarlo? — pregunto Abner, — puedo ayudarte hacerlo, Ilan es muy bueno encontrando personas — apremio al notar un deje de tristeza en la voz de Calisto al hablar de su padre.
— La joven esbozó una leve sonrisa — No, no es necesario, la verdad es que ni mi madre sabe quién es y tampoco mostró interés por encontrarlo— se encogió de hombros restándole importancia — ella siempre ha fomentado la libertad e independencia y pues no le reclamó nada me dio una familia, nada me ha faltado — agregó.
Abner no sabía exactamente que decir a eso, era claro que le afectaba; pero como la mujer fuerte que era no se dejaba vencer.
La tomó de las manos y dejó un beso ligero en ellas — Eso es lo importante aprender a ser felices con lo que la vida nos da— dijo elevando una sonrisa arrebatadora para animarla.
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