KATIA VEGA
—Arturo… —susurré su nombre en cuanto el desayuno terminó y Stella desapareció. Parecía ansiosa por escoger uno de los atuendos que mi hermano le había comprado—. Estás cometiendo el peor error de tu vida. Ella ha intentado acercarse a Marcos en estos días.
—¡Por Dios! ¿Cómo va a hacer eso, si está conmigo? Además, ella me ama y planeo hacer una vida a su lado. Entiendo que la historia de Marcos y ella es algo enredada, y tú has salido perjudicada, pero créeme… si hay un culpable en todo esto, es tu esposo, no Stella.
—¡¿Qué?!
—Él la manipuló y usó por muchos años, me lo dijo. S