Capitulo 28. Parte I
-No puedo creer que me convenciera de hacer esto-Le digo a Violeta con voz quejosa, caminando de un lado a otro y con el tac tac de los tacones haciendo eco por toda la habitación-¿Como se le ocurre a Salvatore llevarme a esa recepción?.
-Necesita un acompañante y Elena aun debe estar muriéndose con la resaca de ayer-Contesta ella con toda calma, sentada en el borde de la cama, y como siempre en defensa de él.
-¿Y en que momento compro el vestido, y éstos zapatos?-Pregunto señalando mi cuerpo entero-Me encanta el vestido lo admito, el plateado me fascina pero eso no viene al caso, el punto es, ¿Para que me necesita allá si tiene a su padre para que le haga compañía?, ¡Ay Dios!-Me llevo una mano al pecho-¿Que dirá su padre al ver que iré con ellos?, no le agradara para nada la idea.
-El vestido y los zapatos los escogí yo, el joven me lo dejo como encargo... Y con respecto al señor Massimo, tranquilízate que él no irá.
-¿No irá?-Dejé de moverme-¿Por que no irá?, creí que había venido a