UGPEM. CAPÍTULO 110. Preguntas sin respuestas

Liam sentía que iba a estallar de felicidad. Allí, frente a él, estaba el amor perdido de su vida, su esposa, su Max. Durante meses la había estado buscando, y casi había perdido la esperanza de volver a verla. No podía creer que la estaba viendo, que la estaba abrazando.

Runi bajó el arma despacio, con el corazón acelerado y los ojos muy abiertos porque hacía más de un año que nadie, absolutamente nadie se atrevía a tocarla, mucho menos en presencia de Omar. Estaba aturdida, en el fondo entendía por qué él la llamaba por otro nombre, pero no quería creerlo. En su mente rondaban miles de preguntas sin respuestas, pero temía que aquella esperanza pudiera ser algo real.

—Max... —Liam solo se apartó un poco para tomar su cara entre las manos—. Max ¿qué pasa? ¿Por qué no me dijiste que eras tú? ¿Por qué no regresaste conmigo?... —Pero ella lo miraba como si no tuviera idea de lo que hablaba—. Max... ¿No sabes quién soy?

Runi se separó asustada