LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 45. Un abogado adjunto
LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 45. Un abogado adjunto
El juzgado estaba abarrotado. La luz filtrada por las ventanas creaba un ambiente asfixiante, casi como si el aire estuviera hecho de humo y expectación. Pero no podía ser de otra manera porque la alta sociedad londinense había presenciado un espectáculo como en muchos años no habían tenido ninguno en la inauguración del hotel del Club de Campo, así que el subsecuente divorcio entre dos de sus familias más distinguidas no se lo podían perder.
Blake y Charlotte caminaban uno al lado del otro como si estuvieran listos para enfrentar una guerra. Los murmullos a su alrededor eran como cuchicheos de cuervos esperando por carroña, pero Charlie solo los disfrutaba, porque todo el mundo estaba ahí por el mismo motivo: para ver la caída, fuera de quien fuera.
La única cosa que la hizo reaccionar fue aquella figura en una esquina del salón de audiencias, y no dudó en acercarse a él.
—Lawrence… ¿estás seguro de que quieres ver esto? —preguntó con