LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 38. Atacada
LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 38. Atacada
Charlotte escuchó las voces y los pasos. En los últimos días había tratado de mantenerse lejos de su departamento. A veces se quedaba a dormir en la oficina, o a veces iba a cualquier hotel, porque sabía que Blake estaría esperándola en su misma puerta y ella no tenía ganas en aquel momento de ser cuidadosa o amable, incluso con la única persona que había decidido estar allí para ella.
—Blake, no puede seguir haciendo esto —sentenció con más cansancio que molestia al verlo atravesar aquella puerta, llevándose por delante todas las protestas de su asistente y del equipo de seguridad al que esta había mandado a llamar.
Charlotte les hizo una señal para que los dejaran solos y Blake se acercó a ella.
—Charlie... ¿Qué es lo que pasa? Has estado desaparecida desde hace días... ¡Ni siquiera vas por el departamento...!
—Porque sé que vas a estar ahí —sentenció ella y Blake apretó los labios sin poder evitarlo—. Sé que vas a estar ahí y estoy haciendo mi