CURVAS DE INFARTO. CAPÍTULO 55. Una sentencia adelantada
Chloe abrió los ojos con la misma sensación de vacío que la acompañaba desde hacía una horas. El colchón era delgado, la almohada incómoda, y el techo de su monoambiente tenía una manchita de humedad que prometía crecer. Se quedó un momento mi