CURVAS DE INFARTO. CAPÍTULO 51. Lo más importante
Elías sintió el ardor al instante. Un dolor punzante y agudo, como si su piel estuviera siendo devorada por llamas invisibles. Cayó de rodillas con un quejido contenido mientras los restos del frasco caían por el suelo de la pasarela.
—¡Elías! —Chloe