CURVAS DE INFARTO. CAPÍTULO 52. Una culpa insoportable
La noticia le llegó al día siguiente, como una bofetada. Chloe estaba sentada en el sofá del departamento de Elías, viéndolo dormir, cuando su teléfono vibró con insistencia y contestó sin ver quién era.
—¿Sí?
—Señorita Sutton —dijo una voz seri