PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 74. A tiempo completo
Después de lo que pareció una eternidad, el llanto de un bebé llenó la salita, y Gigi juraba que ahora era Niko el que iba a romper sus dedos de tanto apretarlos. Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas cuando el médico les entregó a su bebé. La pe