PEQUEÑA AMADA MÍA: CAPÍTULO 31: Unos calzones imaginarios
Niko se quedó mudo ante la pregunta de Gigi.
El mundo pareció detenerse por un segundo mientras las palabras resonaban en su cabeza:
“¿Y también tengo que averiguar… cómo hacerlo feliz a usted?”
Ella ya lo hacía feliz, eso era lo peor de tod