ROJO PROMESA. CAPÍTULO 43. ¿Por qué?
Los labios le temblaban sin que pudiera evitarlo. Ainara sabía que Mauro tenía todo el derecho a reclamar, a exigir una explicación, a montar un escándalo por lo que acababa de decirle el imbécil de Rolf Weber, pero para sorpresa de la muchacha él estaba tan cal