Todos los que estaban en aquella reunión, comenzando por el CEO Cage, se levantaron impactados.
—¿Cómo que detenida? ¡No puede hacer esto! —exclamó el CEO, mirando a Milo que se veía frío y molesto.
—La señorita Lieben fue parte de la estaf@, así que debe ir a la comisaría —sentenció el detective.