—¡Pues mátame entonces! ¡Ya no tenemos más que decirnos! ¡Mátame! —gruñó y Jhon se agachó frente a él.
—No, claro que no. Jamás dije que te iba a matar, porque eso no fue lo que te prometí la última vez que hablamos —declaró y el Director se puso pálido porque Jhon le había dejado muy claro que no