Chiara sentía que no podía respirar, su pecho se apretaba y las lágrimas subían a sus ojos sin que pudiera evitarlo.
—¿Cómo pudiste...? —sollozó intentando apartarse de él—. ¿Cómo pudiste hacerme esto? Me... ¡me traicionaste!
—¡Claro que no, solo estoy intentando sacarte del problema!
—¡¿Sacarme?