Danna asintió con la cabeza y le guiñó un ojo con coquetería.
—Por supuesto que lo es. Me dijiste que íbamos a volver a usarlo apropiadamente. ¿No es así?
Ella lo miraba fijamente a los ojos con una necesidad intensa que hizo que Loan se deshiciera por dentro. Tan pronto como sus labios se encontr