—¿Miras tú o miro yo?
Parecía simple pero no lo era. Aquellas cinco pruebas de embarazo eran como dragones de siete cabezas.
—¿Miramos los dos? —murmuró ella y Zack tomó su mano en la suya con un gesto reconfortante.
—Pastelito, sin importar lo que pase con estas pruebas —dijo él con una voz cáli