Recogió sus zapatos y se dirigió a la puerta, y no pudo ver que a pesar de todo Zack intentaba levantarse para hacer un bailecito de la victoria.
—Está celosa... ay, mierd@ cómo duele... —gruñó cojeando hacia el minibar—. Pero ella está celosa... ¡Algo es algo!
Sonrió mientras se sentaba en un sof