Ya en el exterior de aquel restaurante, me solté del agarre de David, levanté mi brazo dándole un fuerte bofetón al padre de mi hijo
— ¿Qué me puedes explicar? me dejas sola y encima te encuentro con esa golfa ¿que tienes que decirme, David? — le pregunté
— Tania cariño, estoy tratando de que Madelein entre en razon, yo solo te amo a ti y necesito que ella firme los documentos de divorcio para que tu y yo nos podamos casar — me dijo
— ¿Cómo vas a conseguir que firme los documentos de divorcio, acostándome con ella? no David, lo nuestro nunca debió ser, me marcho a Nueva York, pero que te quede claro que me llevo a mi hijo conmigo — le dije,
Pero cuando me iba a marchar, David me cogió con su mano del brazo girando mi cuerpo poniéndome enfrente de él, rodeando mi cintura con sus brazos, pegando sus labios a mis labios, dándome un beso apasionado y lleno de deseo.
— Lo siento David, sabes cuanto te amo pero lo nuestro no puede ser, prefiero vivir en la calle, por lo menos era mas feli