Después de cenar, me fui a levantar de mi silla, pero Duncan me cogió del brazo con su mano, obligándome a seguir sentada, sirviendo seguidamente la sirvienta que él trajo el café
— Rita por favor, ponlo en la mesita, mi esposa y yo tenemos que hablar — le dijo Duncan
— ¿Ya puedo levantarme de la silla? — le pregunté
— Cuando yo me levante podrás hacerlo tu — me respondio
Cuando Duncan se levantó de su silla, cogió mi silla abriendola un poco para que me levantara, me cogió de la mano para que me sentara en el sofá, viendo encima de la mesita que había enfrente del sofá, una botella de whisky, dos vasos y las dos tazas de cafe. Mi esposo puso el whisky en sendos vasos ofreciendo una
— No bebo alcohol, el whisky no me gusta — le dije
— Pues querida mía, acostumbrate porque no me gusta beber solo, así que sera mejor que cojas el vaso y lo vacies antes que yo — me dijo, obligándome a beber
— ¿De qué querías hablar conmigo? — pregunté
— De nuestro futuro, mañana van a venir unos ob