capitulo 2

Ver a una persona en tal estado debería de estar muerta, sus signos aún están, se puede ver aún cómo respira, como trata, estoy tratando de despertarlo a ver si puedo darle algo de comer, revise en la mañana la isla, nada, el tan solo estaba ahí medio muerto y desnudo.

- otro día- escuché a mis espaldas, una voz grave, a comparación de su aspecto es impresionante, tampoco es que sea una voz super grave tan solo más de lo normal.

- Dezi, teniente de navío primero de la armada, retirado por estos momentos, lo encontré moribundo así que lo traje a mi nave s cuidarle de momento, no debe temer, le dejé alimento a su derecha.

Me voltee ayudando a levantarse, se siente tan débil que me recuerda a mi brigada cuando comenzamos; le cuesta abrir los ojos según lo que veo, el sol pegando en su rostro le tuvo que hacer daño, por suerte tengo medicamento. Tan sumiso, soy un completo extraño para él que lo está tocando por el pecho, espalda y cara, el está relajado.

- imagino que le cuesta abrir los ojos, si me permite- le retire el tazón de comida- intenté no resistir.

Con mucha delicadeza abrí sus párpados, sus ojos están tan secos, le da dolor tan solo moverlos ligeramente, me costó echarle el medicamento en ambos ojos.

- disculpe teniente, en un rato me voy y le dejo de molestar.

- llámeme Dezi, es mi deber cuidar, no me molesta, bueno un poco, necesito saber qué hacía en una isla desnudo- terminaba de lavar los platos sentándome a su lado ayudándole a comer.

- eh, no hace falta saber, llegue aquí hace dos meses y se me acabaron las provisiones y la marea se llevó mi barco nada más- respondió nervioso, se le oye en la voz y en los movimientos- bueno, perdí la ropa cuando la intenté usar para trepar la palmera, se tragó así que la use de almohadas, le juro que no miento se lo puedo mostrar.

- ya debería de estar recuperando la visión, de igual modo usted me guiara, sin quejas, aún es un extraño no confío en usted, a sus pies tiene ropa, intentar vestirlo se puede tomar como un abuso si llego a tocar algo indebido.

Ante todo hay que ser formal, ante los extraño siempre mantener una imagen sería y simple sin mostrar sonrisa alguna, según mi padre las sonrisas son para los verdaderos amigos y para el amor es la estupidez completa.

Es lento de vestir, me dio tiempo de cuidarme el rostro, claramente me cuido, sobretodo las quemadas, no me gusta que reciban rayos UV así que suelo humectar seguido también el protector, es largo al intentar peinarme, llevo un año sin contarme el pelo, claramente esta largo.

Le cuesta caminar, hasta bajar del barco, la arena caliente la puedo sentir atravesar mis pies, tengo un par de zapatos, claramente se los preste, está en peor condición. Mostró toda la isla, lugares escondidos, su ropa rasgada, una libreta junto a un pluma y tinta, bastante anticuado, ni mi abuelo lo sabe usar.

- tengo dos opciones, le puedo dejar en el primer puerto o el tercer puerto, decida.

- que le parece, mejor, me quedo viajando con usted- me observó con una sonrisa, dulce sonrisa.

- buena observación, en el segundo puerto será- le subí al barco cargando con el en la espalda- aquí no hay lugar para dos personas, si hay, solo que no quiero.

- eh, teniente, no me siento bien

- que me llame Dezi, debe descansar, intente abrir los ojos al completo, así puedo ver mejor si su pupila se dilató- claro le abrí los ojos, como pudo, pus fuerza, apenas logré, sería mejor si puedo verlo completo.

Costo, le seguía doliendo, no soy médico, yo solo me fijé en lo azul de sus ojos, parecen el mismo océano, siento que puedo ver mi futuro ahí mismo.

- Dezi? Está bien? Me duelen los ojos encima me siento mareado me gustaría dormir  ¿Puede terminar?

Siento que me hipnotiza cuando le miró los ojos, estoy consciente de lo que hago al mismo tiempo que no, en ni un año me ha pasado esto, es tan raro, en tantos años no había sentido algo así.

- ya estás, ya vamos a partir ¿Te falto algo? Aparte de alimentación, no pienso abandonarte en una pueblo desconocido sin todas tus cosas.

- tan solo mis lentes, dormí a lado de ellos- ¿Eso era dormir? No movía ni un músculo.

Apenas volví a revisar el lugar donde lo recogió encontré los lentes, con razón no se habia percatado de cómo me veía, este hombre está un poco muy miope, están un poco rotos en un lado, me da asco si ponerme algo así

- encontré tus lentes cuatro ojos te los dejé en el mesón, ahora partimos.

El seguía en el baño cuando el barco empezó a navegar, el pueblo cercano está por el este un poco lejos, tomara tiempo llegar hasta ahí, es lento el viaje, lo que anima el momento es ver cómo el oleaje del mar cambia cada cierto tiempo, me recuerda cuando estaba con Wester, intentábamos ver cuántas olas grandes veíamos, el idiota ese.

- ¿Hacia donde nos dirigimos?- volteo hacia mi costado, limpio hasta los lentes, parece hombre nuevo- no había notado esas marcas, lo hacen ver intimidante, me hace sentir seguro.

Este chico hace menos de 10horas era comida de zamuro, ahora parece cacatúa, no deja de hablar y pensaban que yo era social y extroversión, este chico superó los límites cuando me habla, el resto de tiempo se postra en su libreta anotando casa cosa que ve en el mar, sin duda yo tendré más cicatrices que me hacen ver anormal, y aquí el anormal es ese esqueleto de ojos azules oscuros.

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