Edmon.
Me gusta ver a Katerin tan feliz y relajada, tan cómoda con mi presencia en ningún momento se aflojó la sonrisa de su rostro y esta vez es una sonrisa verdadera, le doy privacidad a Katerin para que platique con su hermana llevándome a su padre al jardín trasero para a sí poder fumarnos un puro y platicar de hombre a hombre.
-¿Digame Alfa Edmon cómo ha sido vivir con mi hija?
-Debo de admitir que ha sido un reto total, su carácter fuerte y decidido me ha tomado por sorpresa varias veces incluso decidió que iba a entrenar a las lobas de mi manada.
-Y un Alfa como usted se dio esa autoridad.
-Claro que sí pero solo por mi pareja además cuando la miro entrenando a las hembras se mira realmente feliz y cómoda.
-Si la hace sentirse útil en la manada.
Recuerdo algo que me a estado donde vueltas en la cabeza desde asé ya algunos días y que mejor persona para discutirlo que su padre.
-Pero hay una cosa que me dijo que me tiene un poco preocupado.
-¿Qué es?
-Dice que tiene muchas ganas