Sacó el móvil.
Era un mensaje de Christian.
[Hermano, tú y mamá vayan primero al centro de juegos, mi hermana llegará enseguida.]
El ceño fruncido de Christopher se relajó. Miró a Alessia y habló con compostura: —Mamá, ella está en el centro de juegos.
¡Eleanor se fue primero!
La desesperación