Me fue imposible resistirme a tomar las mejillas de Chloe entre mis manos con suavidad. No quería asustarla, pero había estado deseando hacer esto toda la noche, y ahora era mi última oportunidad.
—Buenas noches, cariño.
—¿Vas a volver?
—Puedes contar con eso, Chloe. —Jamás había dicho palabras más sinceras. Le iba a costar muchísimo deshacerse de mí.
⸻
La noche había salido mucho mejor de lo que imaginé.
Sentado de nuevo en el auto de la ciudad, el calor que sentía fue rápidamente reemplazado por una oleada de ansiedad al revisar mi teléfono. Lena no había respondido a la foto que le envié. Eso no era propio de ella. Un presentimiento me oprimió el pecho.
Había sido un completo idiota.
Un maldito imbécil.
Nunca debí haber enviado esa foto.
Mi corazón latía con fuerza. ¿Debería darle espacio esta noche o irme directo a Brooklyn?
—Solo estaciónate frente al condominio, Louis. Aún no sé a dónde voy.
Justo cuando el auto se detuvo frente a mi edificio, mi celular vibró con una notificaci