Junio 3
Los niños se acaban de ir, y el silencio de la casa me vuelve a molestar. Es difícil aún, pero menos enloquecedor que esos horribles primeros días sin ti. Tomás está como loco con Santi, y verlo me recuerda tanto a mí, que debo controlar mis ganas de disculparme por tener que heredar tantos de mis comportamientos. Sin embargo, verlo salir adelante con esa intrepidez tan propia tuya me tranquiliza. Y mira que Santi no da tregua; está convertido en un mini torbellino de risas y desastres por donde pasa. Hoy hicimos pinturas en tela en el estudio, y puedo asegurar que será un gran artista. ¡Si apenas llega a los tres años y ya es capaz de hacer sus primeras figuras humanas! Sé que piensas que exagero, pero jamás vi palotes y círculos mejor distribuidos y tan hermosamente coloreados. Es innato, te lo digo con propiedad. Karla los recogió después de la cena. Es guapa ella, ¿no? Pero me intimida un poco. No sé, cada vez que la veo siento que me odia. Bueno, seguro jamás me perdonará