Capítulo484
Al escuchar esas palabras de Felipe, Manuela sintió que tenía una idea clara en su mente. Le dio un beso suave en los labios de Felipe y dijo,

—Gracias, Felipe. Ahora me iré a casa.

Después de asearse, Manuela dejó la Residencia Bosca. Al llegar a los Rodríguez, se encontró con Paula, quien se preparaba para salir.

Manuela detuvo a Paula en su camino,

—¿Qué está pasando allí?

Paula le echó un vistazo,

—¿No te dije que Alejo no encontró la médula?

Manuela se disgustó,

—¡No me enviaste un mensaje ayer!

Paula respondió,

—Si no te envié un mensaje, significa que no hay novedades, ¿no es obvio? ¿Necesito enviarte mensajes todos los días? ¡Qué fastidio!

Manuela se acercó a Paula,

—Será mejor que ajustes tu actitud al hablarme.

Paula, conteniendo su enfado, dijo,

—¿Necesitas que te vigile todo el tiempo? ¡Déjame pasar!

—Mejor que no intentes jugar conmigo— advirtió Manuela.

Después de decir esto, Manuela entró a la casa.

Paula, furiosa, abandonó los Rodríguez y se dirigió al hospital.

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