Ximena miró su reloj de pulsera,
—Bien, espérame. Estaré allí en media hora.
—Está bien, te Espero.
Después de colgar el teléfono, Ximena se apresuró a Mesón del Sol.
Veinte minutos después, Ximena llegó a la sala privada en Mesón del Sol. Se sorprendió al ver a Simona con los ojos rojos y hinchados, devorando la comida con una expresión abatida.
Cerrando la puerta tras de sí, Ximena se sentó frente a Simona.
—¿Simona? ¿Quién te hizo daño?
Simona dejó la cuchara, masticó lentamente la comida restante en su boca y habló con voz entrecortada,
—Hemos terminado.
—¿Por qué terminaron?— Ximena estaba asombrada; ¿no lo estaban haciendo bien estos últimos días?
Simona frunció los labios, estallando instantáneamente en lágrimas. Sollozando, reveló el incidente de descubrir que Mariano había tenido una cita a ciegas a sus espaldas.
—Xime, realmente intenté lo mejor que pude contenerme. Traté de no armar un escándalo en público. No quiero que una relación fallida me convierta en una mujer amar