Ximena se levantó con su copa en la mano y asintió a todos en respuesta,
—Gracias por sus felicitaciones.
Luego, levantó su copa y bebió todo el contenido de un solo trago.
La fiesta de cumpleaños oficialmente comenzó, y todos se sumergieron en la alegría de comer y beber.
Liliana y Nicolás regresaron corriendo y, al ver a Leo, lo llevaron a comer con alegría.
En medio de la celebración, varios empleados se acercaron a Ximena con copas de vino para brindar con ella.
Samuel inicialmente quiso proteger a Ximena de beber en exceso, pero fue interrumpido por un empleado masculino que tenía algunas preguntas para él.
Ximena tomaba sorbo tras sorbo de su copa, y sus labios rosados brillaban tentadoramente debido al vino.
Sus ojos brillaban con una luz tenue y cautivadora, y cayeron en los oscuros ojos del hombre a su lado, desencadenando pensamientos secretos en él.
Ximena estaba a punto de sentarse cuando dos empleadas más se acercaron con copas para brindar.
—¡Directora Pérez, feliz cump