Liliana solo pudo contar brevemente lo sucedido.
Paula escuchó con el corazón en la boca:
—¿Atraparon a ese tipo?
—Sí, sí, lo atraparon —Liliana le pasó a Luciana a Paula—. No te preocupes, prima, Luciana está bien. Yo no voy a entrar, me voy a casa a cambiarme.
Wilmer la iba a buscar pronto y no podía andar por ahí con el vestido de gala.
—Está bien, entonces no te acompaño —dijo Paula—. Ve con cuidado.
—¡Claro!
Liliana subió al auto y bajó la ventanilla para despedirse de Paula y Luciana.
Apenas salió del barrio, recibió un mensaje de Wilmer.
Wilmer: Recién llegamos a la comisaría. No nos tomará mucho hacer la declaración. ¿Y tú? ¿Ya dejaste a tu amiga en su casa?
Liliana esbozó una sonrisa sin darse cuenta.
Le respondió: Acabo de dejar a Luciana. Voy a pasar por casa primero.
Wilmer: El vestido no es muy práctico. Al fin y al cabo, más tarde tengo que llevarte a saltar muros.
Liliana frunció el ceño: ¿Saltar muros? ¿Qué tienes planeado?
Wilmer: Si te lo cuento todo, pierde el mister