Don Gabriel frunció el ceño y dijo:
—Seguro que no fue Manu quien lo golpeó. Manu es amable, tierno y atento, nunca haría daño a un niño.
Alejandro ya había anticipado que Don Gabriel diría eso. Hizo un gesto con la barbilla hacia Eduardo, quien de inmediato mostró otro video.
En el video, se podía ver a Manuela en la sala golpeando brutalmente a un niño delante de dos criados. Sus rasgos se volvieron malévolos y Don Gabriel se estremeció al verlo.
—¿Aún quieres defenderla?— dijo Alejandro con una expresión siniestra. Cuando vio el video, deseó poder matar a Manuela, pero pensó que eso sería demasiado fácil para ella.
Don Gabriel se puso serio, apartó a Eduardo y se acercó a Manuela. Sin decir una palabra, le dio dos sonoras bofetadas.
Manuela ya estaba desorientada y las bofetadas de Don Gabriel la hicieron tambalear. Miró incrédula a Don Gabriel y su voz tembló:
—¿Abuelo?
—¡Eres una desalmada!— rugió Don Gabriel, —¡Él es tu hijo!
Viendo que había sido descubierta, Manuela so