Ximena miró a los cuatro pequeños que jugaban juntos a un lado:
—¿Liliana va a ir?
Zacarías:
—Naturalmente es mejor que vaya, Liliana es inteligente, tiene talento para eso, escuchar y observar más es lo mejor.
—Entonces mañana les arreglaré un coche para llevarlos, ¿dónde es más o menos el lugar?
Zacarías estaba a punto de hablar, Ximena agregó:
—Zacarías, no rechaces mi amabilidad, en este tipo de cosas no hay necesidad de ser tan formal.
Zacarías:
—No es eso, es que la otra parte dijo que vendría a recogerme, así que no los molestaremos.
—Es así...— Ximena dijo:
—Está bien, entonces Zacarías, quédate en mi casa esta noche, y mañana dejas que la otra parte venga a buscarte.
Zacarías:
—Entonces, eso sería una molestia.
—No es molestia.
Por otro lado.
Liliana, sentada junto a Luciana, preguntó:
—Luciana, ¿mis hermanos te han molestado?
Luciana sonrió y preguntó:
—¿Qué cuenta como molestar?
Liliana frunció sus pequeños labios y pensó:
—¡Es cuando son malos contigo, tienen una act