Ximena rió ligeramente:
—Parece que estás acostumbrada a este tipo de trabajo.
—Bueno, la paga es rápida—explicó Rita.
Ximena:
—Está bien, tan pronto consigas el trabajo, te pagaré la mitad al inicio y la otra mitad al final de cada mes.
—Trato hecho, estaré en contacto—dijo Rita.
Después de colgar, Simona preguntó:
—¿Ella accedió entonces?
Ximena asintió:
—Pero pide 10,000 al mes.
—¡Demonios!— Simona no pudo evitar maldecir. —¡Esa tarifa es demasiado alta!
Ximena tomó un sorbo de agua:
—El salario determina su capacidad. El hecho de que pueda poner esa condición indica que tiene experiencia.
—Cierto...— dijo Simona. —Ya terminé de comer, vámonos. Mañana iré a tu empresa.
Ximena se puso de pie también. —Bien.
Después de acompañar a Simona, Ximena regresó a su villa.
Justo cuando llegaba, vio a Ellie que también acababa de regresar.
Al ver el rostro magullado de Ellie, Ximena frunció el ceño confundida.
Sin decir nada más, entró directamente a la villa.
Ellie la siguió adentr