Mundo ficciónIniciar sesiónDe por qué te estoy queriendoNo me pidas la razónPues yo mismo no me entiendoCon mi propio corazónAl llegar la madrugadaMi canción desesperadaTe dará la explicación...
La gente aplaudía y miraba en dirección al bar, fue entonces que Edith lo vio, sus miradas se encontraron. Él estaba sentado en el bar con su porte sensual y varonil, las mujeres empezaron a susurrar preguntándose quien era ese hermoso macho que emanaba testosterona a lo loco.
Te quiero vida míaTe quiero noche y díaNo he querido nunca asíTe quiero con ternuraCon miedo, con locuraSólo vivo para ti...
Armando señalaba a Edith, despacio y muy elegantemente se levantó caminando hacia ella. Edith sentía unos nervios incontrolables, era una declaración de amor muy bonita.







