El nuevo día hizo su arribo con un sol que se colaba por todo el jardín y ventanales, Leroy y Moss se alistaban después del desayuno para salir de compras al centro de la ciudad, la mañana solía pasarse con prisa, el tiempo volaba y tenían varios trámites que realizar. Leroy quería ir al mercadillo de frutas y verduras, además de su habitual visita a la tienda de especias, con un sol maravilloso y reluciente se disponían a pasar por el nuevo vivero en busca de un nuevo rosal para el jardín.
Caminaron algunos pasos y de un momento a otro Leroy se detuvo para tomar la mano de su esposa y colocarla sobre su pecho.
-Hoy no me siento muy bien-.
-Entonces te llevaré al médico con carácter urgente-.
-No es necesario…tendré que ser sincero contigo, me escapé de la cama a media noche y comí varios chocolates mientras le daba una letal pincelada de maldad a Miss Noli, ya sabes aquella dama que ha envenenado a varios miembros de la familia-.
-Oh Leroy eres el colmo…casi me matas de un susto-.
-C