Me pasé como dos días en casa, sin poder moverme, sin poder ir a trabajar, y al tercer día ya estaba que me subía por las paredes.
Las cosas en casa iban bien, Fonsi era un encanto, y Marta… ella se volvió mucho más reservada después del accidente, apenas paraba en casa, y siempre que aparecía con una enorme sonrisa en el rostro, la perdía al verme.
Borja venía todas las mañanas, antes de ir a trabajar, me llevaba al hospital a que me hicieran las curas y luego volvía a marcharse.
Y aquel día no fue menos, me llevó a la clínica, pero antes de bajar del auto recibió una llamada, y la cogió delante mía.