Mundo ficciónIniciar sesiónA la mañana siguiente lo veía todo desde otra perspectiva, las palabras sabias de mi mejor amigo, durante la noche anterior, surtieron efecto. Él tenía razón, debía hablar con Borja y dejarle las cosas claras.
Llamé al despacho de Borja, tan pronto como me desocupé de un poco de trabajo, y entré tan pronto como él me incitó a que se me sentase.







