Estela recargó la cabeza en el pecho desnudo de Noah, no podía dormir. El moreno acariciaba con dulzura su hombro, sabiendo que ella estaba afectada después de saber lo que pasó con Arthur.
—¿No has hablado más con Aria?
—Realmente quería volver a llamarla, pero probablemente ya está dormida y prefiero que descanse, además no debe haber sido un día fácil para ella, de seguro está agotada. Pobre Arthur, es tan pequeño...
—Lamentablemente el asma muchas veces es hereditario y Maxwell lo tiene.
—Sí, lo bueno es que nada malo ocurrió y podrá tener ese tratamiento.
—Así es, eso es un gran alivio —emitió dándole un beso sobre la coronilla y ella sonrío ligeramente.
—Noah, cambiando de tema, ¿No crees que deberíamos mudarnos juntos? En realidad... no quiero que te sientas presionado, al fin y al cabo es una decisión con la que ambos debemos estar de acuerdo, si crees que es precipitado y no resulta ser una buena idea ahora, lo entenderé.
—¿Por qué sería una mala idea? Me encanta conviv