Mundo ficciónIniciar sesiónElla se entregó al ritmo, buscando el clímax con la misma desesperación que buscaba su libertad. El acto terminó en una violenta descarga de energía. Dereck se desplomó a su lado, la respiración agitada. Ella se acurrucó contra él, exhausta, sintiendo la familiaridad y el consuelo fugaz de su cuerpo. Dereck se desplomó a su lado, la respiración pesada.
La mañana llegó sin ceremonias. Isabella abrió los ojos, la cabeza palpitando contra la sien; un gemido lastimero se escapó de sus labios; el dolor era insoportable; por inercia giró el rostro hacia el otro lado de la cama. El lado de la cama de Dereck estaba vacío. Como siempre, desde que se casaron.
El zumbido insistente de su celular la obligó a apartar la mirada de la almohada inmaculada. Estaba vibrando sin cesar en la mesita de noche. Lo tomó. Apenas eran las ocho de la mañana.
Lo desbloqueo.
Más de veintiún mensajes de Valeria. Treinta y dos llamadas perdidas. Todas desde anoche… hasta hace segundos.







