Kyle Ydis

Podía sentir a Zacarías cada vez más cerca, mi loba estaba emocionada de solo pensar tener a su compañero una vez más a su lado. Nuestros pequeños estaban creciendo sanos y fuertes, los tres serían una fuerza a tener en cuenta. Mi embarazo, como el de mis cuñadas, transcurrían con normalidad. Estos días, los habíamos aprovechado para conocer mejor a Antonia y que ella nos conozca. Lamentablemente la rastreadora Snow no mostraba signos de mejoría y al igual que las dos brujas del aquelarre del viento, que permanecían en el ala médica, siendo vigilados de cerca.

-te admiro, realmente te admiro-decía Antonia con Román en sus brazos-no sé cómo le haces para criar a tres cachorros, ser guardia de la familia real y además estar gestando a un cuarto cachorro. Por no mencionar lo de estar pendiente de los dos cachorros adolescentes, que te siguen a todas partes. Yo siento que soy una verdadera inútil.

-nunca repitas eso, no eres una inútil. Eres la luna de una manada, todos sus miem