Rey Nicolai

Nunca me acostumbro a despedirme de mi hermosa pareja, pero hay situaciones en que no me gusta que ella esté involucrada, el peligro de las emboscadas, ataques de enemigos, fuera de mi cama, todos son lugares peligrosos, sí sé que soy un estúpido sobre protector, pero Suny vino a mi vida de una manera que no la esperaba y no pienso dejarla partir, es más, solo espero irme primero, porque una vida sin ella sería un caos y un peligro para todo aquél que esté a mi lado.

-empezaste a refunfuñar una vez más Nicolai ¿qué te pasa?-decía mi bella pareja, abrazándome desde atrás y colocando su bello rostro a mi espalda, era algo que siempre hacía y que me llenaba de una inmensa gratificación.

-no me gusta dejarte, pero no te pienso llevar hacia dónde hay peligro, cualquier cosa puede pasar con estos lobos y si en verdad está Sebastián rondando, no me gustaría que lo conozcas- dije abrazándola.

-¿tan malo es? escuché algunos rumores, aunque Catalina me dijo que era solo un vampiro