Horas más tarde
En el salón de la mansión de Marcus, se encuentra la familia reunida.
John ya les ha contado la verdad, desde la propuesta de su abuelo hasta el engaño de Cassandra.
Leonore, por poco le da una baja de presión que la deja desmayada. El enojo y la rabia desaparecen a medida que se da cuenta que su hijo realmente no es ciego. Sin embargo, impulsada por el rencor, se levanta y le da un coscorrón en la cabeza.
Este, se queja, más sabe que se lo merece. Aún así, agradece infinitamente a los cielos cuando luego su madre lo acunó entre sus brazos.
Dejó caer sus lentes negros, y los observó a todos fijamente, como viene deseando hacerlo hace tiempo.
Su padre, no puede evitar las lágrimas que salen de sus ojos. La culpa que cargaba en sus hombros por no haber protegido a su hijo de aquella tremenda golpiza se desvaneció en cuanto lo vió. Recuperado, y sano.
Will y Sarah se sonríen entre ellos. Ahora el muchacho puede entender las palabras de