—No me gustan los marcos, había pensado darte una sorpresa y cambiarlos. Lo siento, no pensé que te molestaría.
—No me molesta para nada, pero podrías haberme pedido ayuda.
Le sonreí, me acerqué a él y le di un beso.
—Voy a bañar a Alice.
—¿Me estás evadiendo? —preguntó con cara de confundido.
—¿Cómo se te ocurre? Estoy feliz por lo que hicimos hoy, y un poco cansada también, por eso quiero bañar a la bebé pronto. Para irnos a dormir.
—¿Y para que me modeles tus compras?
Nuevamente fingí una sonrisa. Tendría que tener sexo con él, tenía que llegar al fondo del asunto, y preguntarle directamente a Andrés no era buena idea, porque solo conseguía que me confundiese más.
Estiró los brazos a la bebé y dijo que iría a darle un paseo mientras yo me preparaba para la noche.
—Emilia, Sofía la bañará, no tienes de que preocuparte.
—Está bien —respondí, entregando a Alice con temor.
Una vez que ya se alejaron, fui al baño y me metí dentro de la tina, ya que en ese lugar no había cámaras.