POV Anastasia.
Que la tierra me trague y me escupa en Dubái, por favor. ¿Cómo es posible que me encuentre con este hombre aquí de tantos lugares y circunstancias?
—Si, mírate. Has cambiado en tan poco tiempo.
Noah me responde con una sonrisa, como si en verdad estuviera feliz de volver a verme.
Noah es el que ha cambiado, y no necesariamente para bien, luce muy delgado, pareciera que hubieran pasado como quince años sin verlo en lugar de dos.
—Lo mismo digo de ti. Has cambiado mucho.
—¿Que te trae por aquí?.
—Heee… Yo…
— ¡An! ¡An! Quiedo helado.
La voz de Carlitos se acerca a nosotros a toda velocidad, sin darme chance a poder reaccionar. Carlitos llega a mi lado con su perrito en mano y con una sonrisa idéntica a la de Antonella.
Mi mirada viaja entre Noah y Carlitos, totalmente asustada y temerosa de que es lo que debo hacer. Más aún cuando Carlitos ve a su padre y este frunce el ceño asustando un poco. El pequeño se esconde detrás de mis piernas.
—¿Y este pequeño? ¿Quién es?
—Eeeeh