POV Antonella
Dios santísimo, ¿Por qué me duele tanto el cuerpo?
Me acurruco en las sábanas para cubrirme del frío, pero es imposible no sentir que un tractor me pasó por encima. Duele y arde.
Pero saben que… Valió la pena.
Pensé que apenas los rayos del sol salieran me arrepentiría, pero la realidad es otra, me siento plenamente complacida. Desde hace mucho tiempo no había sentido tanta calma, es como si estuviera en una burbuja mágica.
Abro los ojos y veo la hermosa luz amarilla que entra por las ranuras que deja las cortinas. El cantar de las aves es el mayor indicio de que la tormenta pasó y que hoy saldrá un excelente día, eso espero.
Me levanto poco a poco, aún enrollada en mis sábanas. Miro a mi alrededor y reconozco está habitación de inmediato. Aquí pasé mi primera noche como la señora Mayer.
¿En qué momento Noah me paso para acá?
En el sofá se encuentra una delicada bata de seda con un vestido del mismo material, tiene una rosa, un desayuno tipo brunch y una nota que dice.
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