POV Antonella
Obediencia. Esa es la palabra clave, la llave del éxito con tu suegra. Que te pida tu suegra que seas la secretaria de tu esposo justo cuando estas muriendo del aburrimiento es evidente que es mi espíritu obediente lo que me llevó a aceptar, jamás será porque yo quisiera, para nada.
O sea, ¿Quién quiere trabajar cuando en su casa la tienen como muñeca de porcelana muerta de aburrimiento?
Todo está muy claro, es una excelente idea… Pero creo que a mi esposo no le gusta.
—¡No!
—¿Por qué no?
—Estás embarazada.
—¿Eso que tiene que ver?, estoy embarazada no enferma. Mi estado no afectará mi desempeño.
—Antonella no voy a discutir contigo sobre eso. No tienes necesidad de trabajar lo único que quiero es que estés en casa descansando y haciendo a nuestro bebé. Vez que tienes mucho por hacer, hoy puedes hacer manitos, mañana trabajas con su nariz, yo que sé. Hacer un niño debe ser una labor de mucho esmero y estando aquí no me vas a rendir lo suficiente. Vamos te llevo a casa.
M