POV Noah
Dios, esto acaso es mi castigo. Se supone que esto no debía pasar. Se supone que Helena está haciendo su obra de teatro muy lejos de aquí. Se supone que Helena no debe estar besandome frente a mi esposa. Se supone que ninguna de ellas dos debían conocerse… Pero… Nada de lo que se supone que debía suceder sucede.
—Ay mi vida, no pude aguantar estar un minuto más sin verte. Escribirnos cartas no es suficiente para mi. Me he dado cuenta de que eres mucho más importante de lo que pensaba. Noah… De qué sirve la fama si no estoy contigo. Eres mi sol de verano, no puedo vivir sin ti. Te amo.
Helena me da ese emotivo discurso y para cerrar con broche de oro me besa dulcemente, beso que se me hace difícil rechazar y más difícil corresponder.
Alejo a Helena lo más discretamente posible y carraspeo para que ella entienda que no es el momento. Es en ese momento que ella se percata de la presencia de Antonella, una Antonella con los ojos cristalinos y expresión triste que jamás llegué a p