Tus manos sellaron con fuego la locura en mi interior, dibujaron a detalle tu nombre en mi piel. Con tus besos y tu perversión secuestraste mi alma y solo deseo que sea tuya eternamente.
Isabella
Mi vida ha cambiado mucho en estos seis meses, me he convertido en una estupenda vendedora y me gusta mi trabajo, pero mi papá quiere que le ayude con una de nuestras tiendas, según me explicó, las cuentas no encajan, la mercancía que se envía no es la misma que se refleja en el balance.
No me gustaría perder mi anonimato, soy feliz siendo solo Isabella Parker, pero no le puedo dar la espalda a mi familia, aunque sé que es una treta de mi padre para que esté al frente de un mejor cargo.
—¿Qué te sucede hoy? Estás muy distraída —Salgo de mi nebulosa.
—Nada, un asunto con mis padres —respondo escueta.
—De verdad eres muy extraña Isabella, nos hemos hecho muy buenas amigas, o es lo que pienso, y aun así siento que ocultas muchas cosas, eres muy misteriosa y reservada con tu vida, no sé dónde viv