-¡Michael!. . . ¡Michael!. . . oh, aquí estas – dijo el desconocido, al cual ella no le pudo ver la cara, porque se encontraba de espalda. – yo . . . lo lamento, no sabía que tenías visita.
-No es una visita hijo, esta es mi hija Alice, tu hermana.
-¡Que gusto! – exclamó el hombre y Alice se giró hacia él con una enorme sonrisa.
-Alice, princesa mía, este es Lyle – ella le sonrió era un hombre realmente guapo.
-Mucho gusto – sonrió extendiéndole una mano.
-El placer es todo mío.
-Gracias – respondió ruborizándose levemente.
-Michaell, tienes una hija muy bonita.
-Tú tienes una hermana muy bonita - dijo en tono celoso y Lyle solo sonrió – ¿me buscabas para algo?
-Mi madre escuchó tu coche llegar, pero al notar que no entrabas. . .
-Salió a buscarme – completó aquella frase sonriendo.
-Sí, ya sabes cómo es ella, quedó sorprendida al encontrar unas maletas en la puerta, ahora veo que son de Alice. No sabíamos que pensar, ella supuso que estarías aquí y me ofrecí a venir
-Gracias Lyle, princesa mía, ¿te parece si dejamos esta conversación para otra ocasión?
-Por supuesto que si papito- le sonrió
-Entonces vamos a casa, quiero que conozcas a mi esposa y a tus otros dos hermanos- debes estar ansiosa por saludar a Missaell y a Mike – ella casi gritó de la emoción, Lyle sonrió y juntos emprendieron el camino de vuelta a casa.
Pasaron directamente a la cocina, donde la nueva esposa de su padre dictaba el menú para la cena.
-¡Cris, cariño! – la mujer se giró sonriente hacia ellos. Era alta, de hermoso cabello color caoba, ojos alegres y risueños, conservaba muy buena figura.
-¡Querido! . . . buenas tardes – le dijo a Alice sonriendo, aunque no la conocía en persona había visto muchas fotos suyas.
-Cariño – empezó- ésta es Alice, mi hija. Princesa, ésta es mi esposa Cristhina.
-¡Oh pequeña, es un pacer! – dijo besándole ambas mejillas.
-Muchas gracias, señora – le dedicó una gran sonrisa.
-¡Oh no!. . .Cristhina cariño, o solo Cris.
-De acuerdo, Cris- le regaló una hermosa sonrisa
-Querido, tienes una hermosa hija – Michaell sonrió asintiendo y Alice agradeció el cumplido.
-¿Dónde están los chicos?
-Mike y Dyle, están en la biblioteca riñendo un partido de ajedrez.
-¡Fantástico! – exclamó Alice.
-Nina está en la piscina, Missaell salió muy temprano, casi que detrás de ti.
-Algo normal en ese muchacho – aseguró Michaell- no se puede negar, Missaell es igual a mi cuando yo tenía su edad.
-Si te sigue imitando, será un gran hombre cuando alcance tu edad actual- dijo Cristhina con ojos que brillaban llenos de amor.
-Eso espero querida. . . ¿Y Kyle?
-Acaba de irse mi amor.
-¡Somos una gran familia! – interviene Alice sonriendo.
-Eso es lo más fantástico – señaló Lyle.
-Alice – dijo Michaell- ¿qué te parece si vamos a la biblioteca?, así conoces a Dyle y saludas a Mike.
-Es genial, papi – comentó asintiendo.
-Luego puedes ir a tu habitación, te pones un traje de baño y te unes a Nina para que se pongan al corriente.
-Me encanta la idea, papito.
-Espero que te la lleves bien con Lyle y Dyle – dijo Cristhina.
-¡Por supuesto!
-Sé que quizás te cueste relacionarte más con Kyle, es algo reservado.
-Tranquila Cris, me irá bien con todos – aseguró- ¿puedo preguntarte algo?
-Claro querida, adelante.
-¿Tienes afinidad? – rió- lo digo por los nombres de tus hijos, Lyle. . .Dyle. . .Kyle. . .- todos rieron.
-En realidad – dijo Cris reponiéndose de su ataque de risa- su padre llevaba por nombre Jyle, y me pareció divertido que todos tuvieran una nombre parecido, Kyle es el mayor.
-Vaya que es divertido- expresó ella riendo.
-No lo fue tanto querida, casi me vuelvo loca a medida que fueron creciendo y hacían travesuras, Jyle, Kyle, Lyle y Dyle – dijo rápidamente- era una locura, pero me di cuenta demasiado tarde – rió nuevamente.
-Prometo acostumbrarme.